Por Isabel Cornejo.
MADRID.
Ibon Aranberri, nacido en 1969 en Itziar-Deba, Gipuzkoa, es el protagonista de una exposición antológica que abarca desde la década de 1990 hasta el presente. La muestra se centra en la revisión de proyectos anteriores desde la perspectiva actual del artista, destacando la evolución de su lenguaje a lo largo de su carrera.
Caracterizado por su naturaleza incompleta, el cuerpo de trabajos de Aranberri se distingue por la generación de materiales y situaciones diversas que expanden su proceso artístico. Su obra, que integra materiales documentales con imágenes y formas escultóricas, establece una correlación entre la cualidad abstracta y la materialidad narrativa de los documentos. Los recuerdos materiales y huellas de estas propuestas sugieren diferentes conexiones entre tiempos pasados y presentes, que son constantes a lo largo de la muestra.
Con el propósito de generar nuevas lecturas en torno a la práctica y trayectoria de Aranberri, la exposición se organiza de manera asincrónica. Mediante afinidades y relaciones internas entre trabajos que el artista considera casi siempre en proceso, se muestran obras iniciales que dialogan con otras más actuales y con las salas del Museo, adquiriendo así una dimensión específica y reforzando su relación con el espacio expositivo.
La exposición puede verse hasta el 11 marzo de 2024 en la planta 3 del Edificio Sabatini.
Comisariado: Manuel Borja-Villel y Beatriz Herráez.
Fotos: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.