Ritmos, tramas, variables
MADRID.
Soledad Sevilla (Valencia, 1944) ha forjado un estilo riguroso basado en el uso de la línea, el color y las formas geométricas a lo largo de su extensa carrera. La retrospectiva, comisariada por Isabel Tejeda, presenta más de cien obras que abarcan desde sus primeras experimentaciones en el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid hasta sus creaciones más recientes, algunas hechas específicamente para la exposición.
A pesar de sus vínculos iniciales con la abstracción geométrica, Sevilla se alejó del uso del ordenador para centrarse en el estudio de la luz, las tramas y las emociones a través de la pintura. Entre sus influencias destacan las series realizadas en Boston y su reinterpretación de hitos de la cultura española como Las Meninas de Velázquez y la arquitectura de la Alhambra, donde actualmente reside.
En la década de 1990, su obra empieza a incorporar elementos naturales y la acumulación de pinceladas que generan texturas, como se observa en piezas clave como En ruinas II y Díptico de Valencia. También destacan las representaciones de la naturaleza y la exploración del insomnio, reflejadas en su serie Insomnios.
Además de su trabajo pictórico, Sevilla ha desarrollado instalaciones espaciales desde los años 80, expandiendo su lenguaje artístico hacia intervenciones en espacios específicos. Esta exposición incluye importantes proyectos como Vélez Blanco y la nueva instalación Donde estaba la línea, que reinterpreta el espacio del museo a través de hilos de algodón.
La exposición podrá visitarse hasta el 10 marzo de 2025 en la planta 1 del Edificio Nouvel en el Museo Centro de Arte Reina Sofía de Madrid.
Fotos: Vishopmag.