DANBURY.
Las esculturas de la serie Heisenberg se basan en el famoso principio de incertidumbre de Werner Heisenberg. Esta teoría establece que no se pueden medir dos parámetros separados de una partícula simultáneamente. Puede determinar un parámetro e ignorar el otro o viceversa, pero nunca podrá saber todo a la vez.
Fabian Oefner tomó esta idea del mundo de la física y creó un equivalente artístico de ella. Las esculturas están compuestas por cinco objetos cotidianos diferentes: zapatos, un reloj, una grabadora y una caja negra. El artista los llenó de resina y los cortó cuidadosamente en cientos de partes individuales. Luego reorganizó los cortes en una nueva versión distorsionada del objeto, que le permite ver su funcionamiento interno.
A través de esta transformación, los objetos tienen un efecto peculiar en su observador: cuando los miras desde la distancia, puedes identificar fácilmente el objeto. Sin embargo, si comienza a acercarse para observar su funcionamiento interno, la forma del objeto comienza a distorsionarse y se desvanece por completo. Como observador, nunca puede observar el objeto como un todo y su funcionamiento interno simultáneamente. Cuanto más exactamente vemos una vista, menos claramente vemos la otra.
Fotos: Fabian Oefner.