MADRID.
A través de la producción de objetos participativos, esculturas en tela y su propio cuerpo, Franz Erhard Walther (Fulda, Alemania, 1939) expande la definición del arte y su relación con los públicos. Para el artista, el arte posee un carácter inmaterial y performativo que se manifiesta en el compromiso individual, físico y mental del espectador en el momento de encontrarse con las obras.
La nueva exposición del Museo Reina Sofia, Un lugar para el cuerpo», acoge una selección representativa de su temprana serie Handlungsstücke [Obras de acción], de los años sesenta, considerada por Walther no como un conjunto de performances, sino como “demostraciones de trabajo” donde el cuerpo, el espacio y el tiempo se convierten en materiales escultóricos. Entre ellas destaca la instalación 1. Werksatz [Primer conjunto de obras, 1963–1969], presentada por primera vez en la documenta 5 de Kassel (1972), en la que el autor explora muchas de las ideas que serían esenciales en su obra posterior, como la relación entre materiales y acción, espectador y objeto. Las piezas monumentales Wandformationen [Formaciones de pared, 1969–1985] y su gran instalación Das neue Alphabet [El nuevo alfabeto, 1990–1996], también incluidas en esta muestra, son ejemplo de ello.
Completan la selección algunos trabajos en papel de su primera etapa, como la serie Wortbilder [Cuadros de palabras, finales de la década de 1950], así como fotografías históricas y videos.