TEXAS.
Una primera mirada puede hacernos creer que las esculturas de Dan Lam son organismos vivos. Pero nada más lejos de la realidad. Cubiertas con diminutas espinas multicolores de pintura acrílica, las esculturas parecen casi radiactivas, brillando como si estuvieran iluminadas por alguna fuente no natural.
Lam crea estas criaturas extrañas utilizando espuma de poliuretano, pintura acrílica y resina epoxi para conseguir que nos sintamos un poco nerviosos ante sus esculturas orgánicas. Esculturas que comienza con una simple forma y que deja que la espuma continúe con su proceso de gravedad buscando su espacio. Después Lam, decide el color y las pinta con colores vivos.
Lam encuentra sus primeras composiciones en motivos y geometrías encontradas a través de la naturaleza, la carne, los alimentos y el cuerpo humano. Fotos: Dan Lam.